lunes, 26 de diciembre de 2016

películas cristianas evangélicas: La Historia de Dios con Morgan Freeman

La Historia de Dios con Morgan Freeman
películas cristianas evangélicas: En primavera, el actor y director afroamericano Morgan Freeman volverá a la televisión – en el canal National Geographic – con la conducción de “The Story of God with Morgan Freeman”, un viaje en busca de la fe religiosa y la devoción. El misterio de lo divino La serie, producida por el mismo Freeman (78 años), debutará en abril en un estreno mundial en 171 países y en 45 idiomas distintos. “La historia de Dios enfrenta uno de los más grandes misterios de la humanidad – declaró el actor -. Para mí se trata de una búsqueda personal para comprender al divino y me siento honrado de tener la posibilidad de acompañar a los espectadores a lo largo de este increíble viaje”. (funweek.it, 19 enero). Dios es insondable. Según Freeman, de hecho, “Dios es insondable. Pero el divino está en todos nosotros. En la serie de NatGeo más que buscar a Dios buscamos descubrir de qué manera las diversas culturas responden a las grandes preguntas: de dónde venimos, a dónde vamos, qué hay después de la muerte” 
El descubrimiento de los lugares místicos En cada episodio, de hecho, Freeman se concentrará en grandes temas, de la resurrección a los milagros, recorrer el mundo descubriendo los lugares más místicos del planeta (el Muro de las Lamentaciones de Jerusalén, el árbol de Bodhi en India, el Vaticano, los templos Maya y la gran iglesia de Lakewood en Texas), acompañado de técnicos y expertos. Y no faltarán los experimentos científicos, a los que se someterá el mismo Freeman en primera persona.
“Un caos fascinante”
 “Para muchos Dios es la respuesta, para mí es la pregunta – sentencia Freeman -. La religión y la ciencia no se excluyen. La ciencia y la religión pueden coexistir”. El actor dice haber intentado buscar al divino cuando era muy joven. “Sí, pero la búsqueda comenzó y terminó a los 13 años. Iba a la iglesia bautista el domingo, como todos los negros de Mississippi, sobretodo porque las misas bautistas son divertidas: coros, música, sermones gritados, fieles que se desmayan…Un caos fascinante”.